Las palabras verdaderas no son elocuentes;
las palabras elocuentes no son verdaderas.
la genta pasa hambre.
Si el gobierno se entromete en demasía
la gente pierde su espíritu.
Confía en ellas: déjalas solas.
ésta es la suprema virtud.
El fracaso es una oportunidad.
Pero si culpas a otro por ello
la culpa no tendrá fin.
(p. 169)
76
Los hombres nacen suaves y blandos;
muertos, son rígidos y duros.
Las plantas nacen flexibles y tiernas;
muertas, son quebradizas y secas.
Así, quien sea rígido e inflexible
es un discípulo de la muerte.
Quien sea suave y adaptable
es un discípulo de la vida.
Lo duro y rígido se quebrará.
Lo suave y flexible prevalecerá.
(p. 163)
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